Xenical en combinación con una dieta baja en calorías se prescribe a los pacientes con un nivel medio de la obesidad. Este medicamento está indicado para la terapia prolongada ya que no provoca la adicción y es bien tolerado.

En los casos clínicos individuales, los pacientes con diabetes pancreática tipo 2 y peso corporal excesivo u obesidad pueden usar Xenical en combinación con los productos antidiabéticos

- Xenical puede usarse por los adultos y niños mayores de 12 años.

- Las pastillas se toman por vía oral con cada comida principal (antes o durante las comidas)

- La dosis diaria recomendada para los adultos es 1 cápsula de Xenical 120 mg.

El medicamento debe usarse no más de 3 veces al día. Según los estudios clínicos, la mayor frecuencia del uso de Xenical cápsulas no aumenta la eficacia terapéutica del fármaco y no provoca una reducción del peso más rápida. Es necesario reducir el consumo de las comidas grasas, productos farináceos y almidones durante el tratamiento. El aumento de los ejercicios físicos ayudará a obtener el resultado requerido.

El componente activo principal de Xenical es orlistat. Es un inhibidor selectivo de la lipasa gastrointestinal que previene la absorción de las grasas animales y orgánicas que llegan al organismo con las comidas.

El mecanismo de acción de Xenical consiste en la destrucción de las grasas que se desdoblan cuando llegan al tracto gastrointestinal. Al bloquear la acción de ciertas enzimas, el orlistat reduce el suministro de calorías y el exceso de grasas se elimina del cuerpo.

Xenical no actúa sobre el sistema nervioso central y no causa la reducción del apetito. Previene la captación de grasas sin absorción en el flujo sanguíneo sistémico. Se puede tomar este medicamento durante un período de tiempo prolongado sin dañar el cuerpo y sin efectos secundarios.

El uso de Xenical está contraindicado en los casos siguientes:

- Colestasia

- Disfunciones agudas del tracto gastrointestinal.

- Intolerancia al orlistat u otros componentes del medicamento

Las reacciones secundarias pueden ser causadas por no seguir la dieta baja en calorías y por la presencia de los alimentos grasos en el tracto gastrointestinal. Las reacciones secundarias más probables pueden ser la secreción grasosa del recto, gases, aceleración de la defecación, heces líquidas, flatulencia y malestar en el estómago.